Cuando Carmelo Santana nos contactó, disponía de dos despachos libres, la idea principal era instalarse en uno de ellos, sin embargo, se nos ocurrió la idea de unir ambos despachos, consiguiendo así un espacio más amplio para crear distintos ambientes.
Una vez tirado el tabique que los separaba, comenzamos a rehabilitar el espacio; pretendíamos crear dos zonas, una de despacho y otra de reunión u ocio. En la primera, se instaló un mural a medida que imita portadas de periódico, que iluminamos mediante un foseado con luces Led en el techo, aportando fuerza y personalidad al ambiente; además, entre otros muebles, como las butacas de Sancal, se diseñó una mesa de despacho, en madera, que fuera ligera visualmente y combinara con la lámpara de Arturo Álvarez que colocamos también en esa zona.
El segundo ambiente estaba destinado a reuniones, tanto de trabajo como de ocio, por eso decidimos crear una zona más informal, con sillones y una mesa central diseñada a medida; y otra zona con una mesa redonda, de Calligaris, donde poder reunirse y debatir proyectos.
Todas las paredes fueron revestidas con papel vinílico, además, como se respetó el pavimento original, se colocaron alfombras de Kp, aportando calidez al ambiente.