Llega la época más festiva y mágica del año, cuando afloran nuestros mejores sentimientos, y solemos manifestar nuestro cariño intercambiando regalo con nuestros seres queridos, para compartir con ellos la felicidad que sentimos.
Existen personas que son expertas en el arte de regalar, que siempre dan en el blanco, sorprendiendo a quienes tienen la dicha de recibir sus obsequios. Aunque parece que para ellos es algo natural, lo cierto es que son personas muy observadoras, con muy buena memoria, que están atentas a las conversaciones donde sus amigos y familiares revelan detalles sobre gustos y aficiones, y que van haciendo un listado en su mente para después reflejarlo en su regalo.
Podemos aprender un poquito de estas personas especiales y hacer una lista de lo que más ilusión hace a nuestros allegados, ya sea preguntándoles o rebuscando en nuestros recuerdos cuáles son sus hobbies, aficiones, necesidades, su estilo, colores favoritos… para facilitarnos un poquito las cosas, lo importante es que el regalo sienta que se le quiere, que se ha hecho un esfuerzo para hacer realidad sus anhelos y que reciba algo que necesita o que lleva tiempo esperando.
“Hay más de regalo en el tiempo invertido pensando y buscando el regalo preciso, que en el dinero gastado en la compra del objeto”. *
La elección del regalo
En realidad, la elección de ese detalle tan especial, lo hacemos principalmente por placer, para halagar y hacer feliz a esa persona, a ese amigo o familiar especial para nosotros. Es para ellos y por ende debemos olvidar lo que nos gustaría que nos regalasen a nosotros, prima el cariño por encima de todo.
Cada regalo tiene su razón y su momento. Regalar por regalar implica caer en los tópicos: un perfume, una corbata, un vestido, un libro… y estamos transmitiendo todo lo contrario a nuestro objetivo de generar una reacción alegre, de sorpresa, que cause una gran emoción, no dejarle indiferente y que definidamente sea un regalo que permanezca en su recuerdo.
Usa la imaginación para buscar un regalo que no sea igual a los que se reciben siempre, que sea “un regalo original.” Aunque ten en cuenta que debe haber un equilibrio, por un lado: a todo el mundo no le gustan las sorpresas, por el otro: el ansia de destacar y que no se pierda entre los de muchos puede llevarnos a los extremos de la originalidad, personalizándolo demasiado o innovando más de la cuenta, llegando a sobrepasar nuestras posibilidades o pudiendo poner en un compromiso a la persona para la que se compró el regalo.
Si queremos algo diferente, parece absurdo hacer lo de siempre para encontrar ese regalo especial como acudir a grandes almacenes, lo ideal es ir a sitios que te ofrezcan obsequios más exclusivos, detalles encantadores que no son hechos en serie, que por su variedad y dedicación personalizada te asesoren en tu misión.
El envoltorio, tan importante como el contenido
La “guinda” del pastel, en el Arte de regalar y recibir un regalo es el envoltorio que constituye una parte fundamental, es tan importante el exterior como el interior. Con sencillez, modestia y creatividad podemos crear empaquetados originales que contribuyan a generar esa reacción de nerviosismo y sorpresa que esperamos.
Si pensamos en un regalo especial que hemos regalado o recibido, seguramente lo recordamos por la conjunción del tiempo invertido a observar, la originalidad, el buen gusto, una apariencia atractiva y ese sitio en que nos sentimos exquisitamente atendidos.
En Interley Interiores te ofrecemos atención personalizada y variedad de artículos exclusivos que facilitan la elección de ese regalo especial que estás buscando.
* Jorge Patiño Sarcinelli, matemático y escritor. ENSAYO: Sobre la sutil costumbre de regalar.
http://www.paginasiete.bo/ideas/2015/10/25/sobre-sutil-costumbre-regalar-74446.html